Publicación #101

Salvo el poder, todo es ilusión. ¿Hay ideologías detrás de nuestros partidos criollos?

Jairo Cieza

2024-02-17

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"Por supuesto que es importante el esfuerzo de los militantes y con mayor razón de los líderes de los partidos políticos inscritos (en otra oportunidad trataré de los no inscritos) conocer los referentes ideológicos de sus movimientos. De lo contrario se tratará, no de una contienda de ideas sobre el país, sino de una lucha de poderes económicos o de grupos de interés para saquear al Perú".

 

  1. Los partidos inscritos. ¿25 partidos, 25 ideologías?  

Para este comentario para “Pajinas Libres” revisé la página oficial del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en donde pude ver cuáles son los partidos inscritos y cuáles los que están en proceso de inscripción. Tuve algunas confirmaciones, pero también muchas sorpresas. En primer lugar, son veinticinco los partidos inscritos, es decir los que están en capacidad de postular a las elecciones generales y también a las regionales y locales. En teoría, habría veinticinco corrientes de pensamiento que aspiran a las elecciones presidenciales en el país. Veinticinco maneras de ver el Perú, de entender su tipo de sociedad, de tener soluciones para los problemas más importantes del acontecer nacional. ¿Veinticinco posiciones ideológicas? 

A manera de ejemplo menciono algunos de los Partidos inscritos en el JNE: 1. Acción Popular (AP) Partido histórico de penosa actualidad. Tres veces llegó al poder con Fernando Belaúnde y Valentín Paniagua. Los llamados “niños” y una díscola María Alva parecen ser hoy su lamentablemente presente. Hay esfuerzos para renovarse, pero son insuficientes. 2. Alianza para el Progreso (APP) propiedad de un empresario de la educación. Acaudalado señor, César Acuña, que aprovechó la liberalización de las Universidades (1991) para hacer de estas un negocio. Gran influencia en el Congreso de la República y en el norte del Perú. 3. Avanza País, de Hernando de Soto, partido abandonado que solo sirvió para postular a la presidencia. Una lástima para el escritor de “El otro sendero” y “El misterio del capital” 4. Frente para la agricultura peruana (FREPAP) Partido religioso y teocrático del llamado Frente para la Agricultura. Con influencia en la región amazónica. Tuvo una buena cantidad de congresistas en elecciones previas. Reportó su mayor auge cuando estaba vivo su líder Ezequiel Ataucusi. Son los Testigos del nuevo pacto universal. 5. Fuerza Popular (FP) Partido caudillista y populista forjado por Alberto Fujimori en los años noventa. Llegó en dos oportunidades a la presidencia de la República. Su líder es un sentenciado por crímenes y corrupción. Su lideresa, su hija, afronta serios procesos judiciales por corrupción. Intentó en tres oportunidades ser presidenta. En ninguna logró el objetivo por el poderoso voto anti fujimorista sobre todo del sur del país.  6. Partido Juntos Por el Perú (JP). Nació como un partido de izquierda. Fue fundado por Yehude Simon, que fue sustituido por Roberto Sánchez, Ministro del gobierno de Pedro Castillo. Trató de incorporar a las fuerzas de Izquierda que no tenían inscripción, incluyendo a Verónika Mendoza que los representó. Hoy es esencialmente un cascarón que se pierde en divagaciones congresales. 7. Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) Partido histórico. Fundado en 1932 por Víctor Raúl Haya de la Torre en México. Llegó dos veces a la Presidencia de la República con Alan García que se suicidó para no pasar a la historia como un corrupto. Representó, junto con el fujimorismo, una alianza basada en acomodos y clientelaje. Muy vinculado a la corrupción, apartándose de los principios que lo orientaron y manchando la memoria de miles de apristas que ofrendaron su vida por una apuesta de izquierda. Lo que queda de él son fantasmas vinculados a los sectores más retardatarios de la política 8. Partido Frente de la Esperanza 2021. Partido caudillista de Fernando Olivera. Hombre oportunista, vinculado a su aparente lucha contra la corrupción, pero al mismo tiempo vinculado a Alejandro Toledo, Presidente de la República, hoy preso por graves delitos de corrupción. Toledo (su partido, Perú Posible, no está inscrito) traicionó las esperanzas de todo un pueblo que buscaba un cambio luego de la salida de la dictadura fujimorista. La expresión más importante de ese pueblo movilizado fue La Marcha de los Cuatro Suyos. Olivera es hoy un fantasma. Otro cascarón. 9. Partido Morado. Llevó al Presidente Francisco Sagasti al poder para completar un período luego de la caída de Vizcarra. No fue elegido por votación popular, sino como Presidente del Congreso. Sagasti es lo más cultivado de los últimos años y un tipo decente, pero sin arraigo popular. Parte de la élite limeña que siempre se ha preocupado por el Perú y lo ha hecho con conocimiento y esfuerzo, pero desde la academia y no desde la política. Un partido de centro que realmente era un partido de derecha semi ilustrada. Aglomeró algunos cuadros técnicos importantes. Julio Guzmán desapareció como una llamarada. 10. Partido Político Nacional Perú Libre (PL). Llegó al poder en el 2021. Logró vencer a FP en elecciones ajustadas. Representó el hartazgo de la zona sur del país y de las clases más desesperadas y olvidadas que en el Perú son un sector muy considerable. 

Defraudó las expectativas de un pueblo con su frivolidad, corrupción e improvisación. No estaba preparado para gobernar ni se dejó ayudar. Su líder de ocasión está preso al dar el golpe de estado más estúpido de la historia republicana. El que realmente era el “propietario” de Perú Libre era Vladimir Cerrón, hoy prófugo por actuaciones durante su gestión como Gobernador Regional. 11. Partido Político Perú acción. Logro inscribirse en el JNE. Es un cascarón. 12. Partido Político PRIN. Logro inscribirse. Es otro cascarón. 13. Partido Podemos Perú. Partido caudillista y clientelista. Su líder José Luna Gálvez lucra con la educación de pésima calidad. Otro empresario de la educación que tiene presencia en el congreso. Luna Gálvez está vinculado a la corrupción y la destrucción del sistema universitario peruano. 14. Alianza Nacional de Trabajadores agricultores, universitarios, reservistas y obreros (ANTAURO). Un delirio. Es el partido de Antauro Humala. Preso durante varios años por la muerte de cuatro policías. Un partido nacionalista, radical y caudillista. Busca encarnar el descontento de los sectores populares del sur andino y de otras zonas en extrema pobreza.       

  1. ¿Cuál es la ideología de estos Partidos criollos?

Cuando revisé los estatutos, idearios o las posturas ideológicas de los partidos arriba indicados me encontré con la confirmación de algunas creencias, pero también con algunas sorpresas. En el caso de la propuesta ideológica más trabajada (no mejor, ni peor) la de Perú Libre es la más apreciable cuantitativamente hablando. Se nota que la ha hecho el mismo Vladimir Cerrón, el líder y dueño del Partido. Se dicen un partido marxista y hablan de estatizar muchos sectores productivos. Se refieren al materialismo histórico y dialéctico (lo que los Isaiah Berlín llamaría determinismo) como guía para el desarrollo de la sociedad. Me causa mucha gracia cuando la actual presidenta Dina Boluarte señala que hay que dejar las ideas de división, de lucha de clases, que buscan las diferencias, el odio, la violencia, cuando el partido en el que ella postuló para la vicepresidencia es creyente de la violencia como partera de la historia, de la lucha de clases y del determinismo histórico. La señora no sabía ni en qué partido se postulaba. La improvisación al máximo. Otro partido que concitó mi atención es el de Alianza para el Progreso de César Acuña. No tiene ideología, no tiene postura doctrinaria, tiene a duras penas generalidades ambiguas y torpes. Es un partido para que su jefe llegue a la presidencia, no le interesa nada más. Su página es pobre como sus ideas. Acción Popular mantiene de manera genérica “El Perú como doctrina” y una reverencia a Fernando Belaúnde y Valentín Paniagua figuras que ya no se volvieron a repetir al interior de su partido. “El Perú como doctrina” estuvo influenciado esencialmente por la figura patriarcal de Víctor Andrés Belaúnde (1883-1966) intelectual y familiar del correcto y desaparecido presidente Belaúnde. Pero de ahí en adelante este partido no hace un análisis de la realidad peruana ni de los referentes ideológicos que lo sustentan políticamente. Aparecen ignominiosamente, en nuestra reciente historia, los congresistas que fueron cooptados por el gobierno de Castillo. Ya que estaba revisando a AP, un partido histórico, pensé en revisar las novedades en el APRA. Ninguna. A parte de la biografía de Haya de la Torre, la de Alán García, el ideario del APRA se mantiene anquilosado en la doctrina indoamericana de la década de 1930 así como en reminiscencias del antiimperialismo que no tienen nada que ver con el segundo gobierno del APRA (2011-2106) en donde claramente se muestra como un partido sin identidad y que se desenvuelve al amparo de los vientos del neoliberalismo. Es un partido pragmático y corrupto. 

En el caso de Fuerza Popular la ideología es una ausencia. Otro partido pragmático, en el peor sentido del término. ¿Para qué 25 partidos si todos van a ser prácticos, es decir van a improvisar una vez que lleguen al gobierno? Sin norte ni un componente ideológico derivarán en las aguas del mercantilismo, el clientelismo y los poderes fácticos. FP tiene como ideario frases genéricas y volubles, recordando a la “honestidad, tecnología y trabajo” de Alberto Fujimori. Como se sabe, Fujimori fue el outsider que dio la estocada final a los partidos en el Perú mostrándose como el salvador, el que terminó con la casta política y llevó al pragmatismo utilitarista a su máxima expresión. También llevó a su máxima expresión a la megalomanía, la corrupción, el crimen y la impunidad. De ideario ni por asomo. 

Juntos por el Perú tiene en su ideario una visión de partido de izquierda no marxista, orientado hacia la descentralización y a la extirpación del racismo, la violencia, la desigualdad. No se dice heredero de alguna ideología de izquierda, no menciona referentes políticos peruanos o extranjeros. Es un partido de izquierda sin ideología, etéreo, ambiguo, sin ideas claras en la economía, la cultura, la política. Su actuación en el congreso y en la política nacional ha demostrado su discurrir sin rumbo en la política peruana. Yeuhde Simon, su fundador, es un hombre honesto que tomó, por soberbia, la decisión de ser primer ministro del partido más reaccionario y corrupto: El APRA. Un sector de la izquierda por falta de inscripción tuvo que subordinarse a este Partido y cuando se dio cuenta de sus falencias optó por apartarse. Juntos por el Perú fue un intento fallido, aunque esperanzador, de la izquierda peruana que, por el carisma de su candidata, llegó al tercer lugar en la competencia presidencial. Por lo tanto, colocó varios congresistas que después fueron migrando a otros partidos o a la orfandad. El ideario de Avanza País es, por lo menos, jocoso. Aparece reivindicando a José Carlos Mariátegui (1899 – 1934) el fundador del socialismo peruano y a Luís de la Puente Uceda, guerrillero fundador del APRA rebelde con Manuel Pita Díaz, Gonzalo Fernández Gasco y Enrique Anaya. Parece mentira que ese partido, seguidor de Mariátegui y Barrantes, es, o fue, de Hernando de Soto y en él militan congresistas tan conservadoras como Andrea Tudela, Norma Yarrow y otros representantes del conservadurismo limeño. Al igual que la Presidenta Boluarte ni siquiera se dieron el tiempo de revisar el ideario del partido que estaban comprando. 

Finalmente, en el caso del partido de Antauro Humala la Alianza Nacional de Trabajadores, agricultores, universitarios, reservistas y obreros tiene como ideario un nacionalismo rupestre, la vuelta al Tahuantinsuyo, la participación de las Fuerzas armadas en el destino de la nación, la subordinación del capital al trabajo, la solidaridad, la educación basada en valores. Parece que hubiésemos regresado al velascato de los años sesenta. Todas son ambigüedades nuevamente. La ideología del partido parece ser el nacionalismo más chauvinista. Como se sabe es liderado por Antauro Humala y ha sido criticada su inscripción por representar valores antidemocráticos. Su líder es un militar que tomó una comisaría en Andahuaylas donde murieron cuatro policías. 

  1. Referentes o ideólogos de los partidos. Una pequeña mención.

Hasta aquí hemos revisado los partidos inscritos y su ideología o falta de ideología. Su ambigüedad, falta de claridad, verdades de perogrullo, animosidad sin un mínimo rigor intelectual, improvisación y carencia de identidad política. 

Son veinticinco y quizás este año se inscriban seis más. Son 31 partidos compitiendo por la presidencia. Son 31 ideologías, 31 concepciones del mundo, 31 diagnósticos del Perú y 31 soluciones probables de llegar al poder. Surrealista. 

¿Cómo agruparlos? ¿Partidos de derecha, centro e izquierda? ¿Revolucionarios, liberales, conservadores, progresistas, fascistas, nacionalistas? ¿No es importante la ideología en un partido? 

Solamente por comodidad para la elaboración de este breve comentario utilizaré los conceptos de izquierda, derecha y centro. 

En el caso de los partidos de izquierda que he mencionado hay casi una nula mención a referentes políticos o ideológicos. Decir José Carlos Mariátegui (el cojito genial, así lo llamaba Valdelomar) es una generalidad ahora. Mariátegui ha sido invocado por el PARA, el nacionalismo y hasta por Sendero Luminoso. Siendo un personaje tan complejo, a pesar de que solamente vivió 35 años, se ha dejado de lado la rigurosidad de su estudio por la propia izquierda. Obras como “Defensa del marxismo”, “Cartas desde Italia”, “Peruanicemos el Perú”, “La “escena contemporánea”, son simplemente desconocidas o poco leídas por los militantes de izquierda de los partidos mencionados. Claro, lo que se invoca de Mariátegui son “Los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”. Cosa interesante para estos ensayos es que el ensayo sobre la literatura es el más extenso. Es llamativo que el libro en el que Mariátegui se declara socialista convicto y confeso no mencione al marxismo ni al materialismo histórico. Es que Mariátegui era marxista, por supuesto, pero uno iconoclasta, invitaba a la vida heroica y al pensamiento socialista “sin calco ni copia”. Era el Mariátegui que describía Alberto “Tito” Flores Galindo en “La Agonía de Mariátegui” ese pensador agónico en el sentido unamuniano del término. Debo decir aquí que el gran intelectual Víctor Andrés Belaúnde, mayor aproximadamente diez años que Mariátegui, escribió un libro muy importante respondiendo desde su informada perspectiva a cada ensayo de José Carlos. El libro se llama “La Realidad Nacional”. Retomando los referentes de la izquierda, Antonio Gramsci es casi un desconocido para la izquierda militante e inclusive para muchos de sus dirigentes. Este autor italiano tuvo una influencia fundamental en la formación de los académicos y militantes de izquierda peruana de los años sesenta, por ejemplo, para el grupo de la Revista “El zorro de abajo”. Ahí destacaron Sinesio López, Carlos Iván Degregori, Rolando Ames.  Creo que es importante que el pensamiento gramsciano sea estudiado para apreciar la influencia de estas ideas en el socialismo europeo del siglo XX y en la izquierda latinoamericana. 

Inclusive, revisar a Marx, Engels, Lenin o Mao para la izquierda marxista peruana se ha convertido en el hecho de recitar lugares comunes. Casi como un análisis panfletario de estos autores. Recuerdo aquí a un excelente profesor de derechas, Fernando de Trazegnies Granda, que publicó en 1987 un libro sobre filosofía del derecho y hacía un breve análisis de los juristas rusos defensores de la revolución socialista. Ahí destacaban Stucka y Pachuskanis. Me pregunto ¿Si desde el pensamiento conservador ilustrado se estudia a estos autores, por qué no hacerlo también desde las filas de la propia izquierda? 

Personajes del socialismo peruano y latinoamericano como Ricardo Luna, Antonio Melis, David Sobrevilla, Heraclio Bonilla, Aníbal Quijano, Carlos Iván Degregori, Alberto Flores Galindo, Sinesio López, Nelson Manrique, Félix Jiménez, Gonzalo Portocarrero, son referentes que lamentablemente se obvian en la discusión militante y en la dirección de los partidos de izquierda. Ni que decir de la cultura comprometida de izquierda como César Vallejo, José María Arguedas, Antonio Cornejo Polar, Miguel Gutiérrez, Javier Heraud, Antonio Cisneros, Abelardo Sánchez León, Alejandro Romualdo, Sebastián Salazar Bondy, Gregorio Martínez, Edgardo Rivera Martínez, Oscar Colchado, Carmen Ollé, Rocío Silva Santisteban, Magda Portal, Mercedes Cabello de Carbonera, Flora Tristán, Clorinda Matto de Turner, Pedro Zulen, Dora Mayer, José Sabogal, el padre Gustavo Gutiérrez y tantos otros que para un pensamiento de izquierda resultan importantes. En Europa, por ejemplo, aparte de Gramsci, el pensamiento de izquierda encuentra referentes que lamentablemente no se discuten en nuestro país como los italianos Norberto Bobbio y Giovanni Tarello. Desde Francia aparecen autores como Sartre, Camus, Marcuse, Malraux, y una pléyade de pensadores necesarios para discutir desde una izquierda internacionalista. Otro tema que me parece importante es el estudio de la vida y biografía de sindicalistas y luchadores sociales que tampoco se discuten. La vida de Hugo Blanco, Ezequiel Urviola, Isidoro Gamarra, Horacio Zeballos, Javier Diez Canseco, Héctor Bejar, Luís de la Puente Uceda y una gran cantidad de activistas, hombres y mujeres. Esto no implica dejar de estudiar y discutir la labor sacrificada de los defensores de los derechos de la población LGTB y de los que provienen de las canteras del feminismo. 

El estudio de hechos históricos como la revolución cubana (1959), la revolución soviética (1917) o la revolución china de (1934) se desconocen o se discuten poco. No encontramos ni en las escuelas políticas ni en los idearios de los partidos de izquierda alusión a la importancia de estudiar la escena internacional, siendo los partidos socialistas esencialmente internacionalistas. Considero que hay un gran vacío y mucho por desarrollar en este campo en la izquierda peruana.

Con respecto a los partidos que podemos llamar de derecha, aunque estos no sean conscientes de ello, de la revisión de sus “idearios” y también de su actuación en los espacios políticos, como el congreso o el Poder Ejecutivo hemos podido apreciar una pobreza de argumentos y una enorme limitación en la formación doctrinaria de sus líderes y también de sus militantes. Este es un comentario breve, por eso me permito recordar el Libro de Mario Vargas Llosa (MVLL)“ La llamada de la Tribu” (2017) en donde un intelectual liberal como él (el considera que no es de derecha, pues los de derecha son conservadores y él al contrario va por el cambio, el aborto, la eutanasia, etc) pero que para estos efectos puedo considerarlo como de derecha, manifiesta cuales son los pensadores liberales que lo alejaron de la llamada de la tribu, es decir de los cantos de sirena del colectivismo, las utopías socialistas colectivas, el marxismo. 

Los intelectuales que él comenta y describe de manera clara y rigurosa son, entre otros, Adam Smith (1723-1790), José Ortega y Gasset (1883-1955), Friedrich August Von Hayek (1889-1992), Sir Karl Popper (1902-1994), Raymon Aron (1905-1983), Sir Isaiah Berlin (1909-1997), Jean – Francois Revel (1924-2006). Debo decir que pensaba que Mario Vargas Llosa había tenido un paso efímero por la izquierda peruana, pero al parecer no fue tan pequeño. El apoya la revolución cubana de 1959 y se adhiere a ella. Está cubriendo como periodista la crisis de los misiles en Cuba (1962) y se aparta de la izquierda cubana y latinoamericana más o menos en 1974. Es decir, son cerca de 20 años como hombre de izquierda, no es poco tiempo.  

Así como MVLL ha tenido a estos intelectuales como referentes ideológicos para su transformación al liberalismo, me pregunto ¿Los líderes de los partidos de derecha mencionados, han tenido algún acercamiento intelectual con los referentes económicos (muchos de ellos han sido premios nobel de economía), políticos que sirvieron a nuestro nobel (2010) para apartarse del socialismo? Nada, ningún militante de derecha, salvo algún rara avis, ha tenido la formación como para poder trasladarla o formar cuadros en los partidos políticos conservadores. De ahí que Augusto Alvárez Rodrich acuñó el término de la derecha bruta y achorada (DBA). Ningún partido de derecha como Renovación Nacional, Avanza País, Podemos y otros, tiene una formación ideológica esencial que le permita tener cuadros que tengan un norte que implique una orientación política conservadora clara. Excepciones por su puesto tanto en la derecha como en la izquierda hay, pero se trata de personas, no de partidos. Pienso, por ejemplo, en el ya mencionado Fernando de Trazegnies Granda o en el mismo presidente Francisco Sagasti, y seguramente algunos otros intelectuales pero que no hacen política militante. Recordemos que el punto central del presente artículo se refiere a los partidos políticos inscritos no a sujetos vistos aisladamente. MVLL es el máximo representante de lo que, quizás equivocadamente, llamamos de derecha. Pero su formación es sólida y definitivamente es un referente político y por supuesto literario en el Perú. MVLL hizo política durante toda su vida, pero hizo política militante cuando se decidió a postular, por el movimiento Libertad, a la Presidencia de la República (Ver “El pez en el agua”). Junto con otros partidos de centro derecha como AP y el Partido Popular Cristiano (PPC) formaron el Frente por la Democracia (FREDEMO) y perdieron las elecciones frente a un desconocido ingeniero que fue un dictador durante diez años. ¿Las escuelas políticas de la derecha, y de sus partidos, estudian el pensamiento intelectual de MVLL? La respuesta es un rotundo no. ¿Estudian las escuelas políticas de la derecha a los referentes vargallosianos mencionados? Seguramente que no. Ahora, quizás la pregunta sea ¿Hay escuelas políticas en la derecha? Bueno, tanto como en la izquierda, deberían haberlas, pues reciben dinero del estado para formación política. Estoy seguro que lo que se gasta no va para estos fines de formación que considero esenciales para la política peruana. 

La derecha peruana tiene como sus referentes a Víctor Andrés Belaúnde (“La Realidad Nacional”, “Peruanidad”), José de la Rivaguero (“Paisajes Peruanos”, “Afirmación del Perú”), Francisco García Calderón (“El Perú contemporáneo”). Esos libros los recuerdo mucho porque fueron parte de la literatura hecha leer por el profesor Carlos Fernández Fontenoys (hijo del recordado Carlos Fernández Sessarego) en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) en una época plagada de radicalismo de izquierda (1991). Recuerdo mucho las discusiones promovidas por el profesor Walter Olivari, por ejemplo, sobre Gaetano Mosca, Giambattista Vico. Los sociólogos como Emilio Durkheim, y otros mencionados por la profesora Sofía Escudero del curso de Sociología Jurídica. 

¿Los partidos de derecha hacen el esfuerzo por leer a sus referentes ideológicos? ¿Leen a los pensadores que han desarrollado su pensamiento o lo consideran inútil y poco práctico? ¿Entonces esta derecha sí es bruta y achorada (DABA)? ¿Esta derecha es la propiedad de alguna familia que hace dinero y que considera que eso es el éxito y que producto de “su éxito” tiene el derecho o la potestad de participar en política sin derrotero ideológico? 

¿Será necesario que los partidos tengan una formación política y conozcan a sus referentes ideológicos? Por su puesto. ¿La derecha está preparada para esa formación? No lo está. Es una derecha mercenaria y mercantilista sin ninguna formación política.

Finalmente, el centro. ¿En el caso peruano hay un centro político? Recuerdo que en San Marcos había una profesora que se llamaba María Cabredo de Castillo (esposa de Luciano Castillo, político de izquierda piurano, fundador del Partido socialista) que nos hizo leer partes de un libro que después volví a revisar pues el tiempo y el olvido había hecho su labor. El libro de Eric Roll se llama “Historia de las Doctrinas económicas” (Fondo de Cultura Económica) y servía de guía a estudiantes bisoños para comprender las ideas económicas que trascendieron y que influyeron en la historia de la humanidad. Desde Platón, Lock, Hume, Adam Smith, Ricardo, Malthus, Marx, Stuart Mill, Keynes. Este último un representante del modelo económico del centro político y que tuvo una gran polémica con Hayek. En el Perú representantes del centro político quizás puedan ser Héctor Cornejo Chávez, José Luís Bustamante y Rivero y por supuesto Fernando Belaúnde Terry.  

¿Se preocupa el centro político peruano por saber cuáles son sus referentes ideológicos? Ni de lejos. Todos dicen ser de centro ¿Qué es ser de centro? ¿No identificarse con ninguna doctrina política económica o ideológica? ¿Eso es ser de centro? ¿Es decir ser de centro en el Perú es ser un acomodaticio, un oportunista?  ¿Eso es ser de centro en el Perú? Quizás el centro político está expresado en el Partido Morado. Debo señalar que Francisco Sagasti, ex presidente y congresista por el partido morado, es uno de los promotores de la ciencia y la tecnología más importantes que tenemos. Además de ser un hombre sumamente culto. El recitar a Vallejo el día de su proclamación como presidente no fue casualidad ni huachafería. Es un hombre cultivado. Recuerdo esa iniciativa popular que sirvió mucho a nuestra generación llamada “50 libros que un peruano culto debe leer” por supuesto, era muy marketera. El mismo Sagasti me contó alguna vez que fue idea de Enrique Zileri pues era una publicación de la Revista “Caretas”. Pero ¿Cuántos Sagastis hay en el Partido morado? Ese partido carece de arraigo popular y su líder más llamativo, Julio Guzmán, se quemó en su propia frivolidad. 

  1. Entonces, ¿Es importante la ideología y el conocimiento de los ideólogos en los partidos criollos?

Llegando al final de este artículo la respuesta es evidente. Por supuesto que es importante el esfuerzo de los militantes y con mayor razón de los líderes de los partidos políticos inscritos (en otra oportunidad trataré de los no inscritos) conocer los referentes ideológicos de sus movimientos. De lo contrario se tratará, no de una contienda de ideas sobre el país, sino de una lucha de poderes económicos o de grupos de interés para saquear al Perú y hacer del país tierra fértil para los intereses mercenarios de aquellos que financian los partidos inscritos. Por supuesto, para esto es necesaria una gran reforma política y electoral, pero esto excede los límites de este artículo. Partidos sin ideología, sin ideario no son viables en el Perú. No me refiero a las pocas líneas que consignan por obligación electoral en sus escuálidos estatutos o páginas web sino que detrás de esas propuestas para gobernar el país haya de verdad una formación que garantice un norte sea el de un partido de derecha de centro o de izquierda. El partido debe tener un diagnóstico de la realidad peruana en toda su complejidad y heterogeneidad y también una propuesta estudiada para resolver los problemas que aquejan a nuestro país. La ideología es una concepción del mundo que nos permite ir a la acción política. ¿Tienen nuestros líderes políticos y sus militantes esa concepción del mundo para transformar al país?